Este es un recurso
donde encontraran muchas informaciones, imágenes, videos que le servirán de
mucho apoyo en cuanto a la Lengua Española se trata. Así como también manejar
el uso de los elementos relacionados con esta asignatura, como son, la acentuación, la mayúscula, palabras
compuestas, entre otros, todas con el fin de que usted pueda adquirir y ampliar
sus conocimientos.
Acentuación
Acentuación
¿Qué es la acentuación?
Esto es muy
importante, ya que podemos provocar errores en nuestra comunicación escrita si
no lo hacemos.
Ejemplo
Al escribir: el líquido se cayó se entiende que se habla de algún elemento acuoso, como el agua o el jugo.
Al escribir: el líquido se cayó se entiende que se habla de algún elemento acuoso, como el agua o el jugo.
En cambio, si se
escribe lo mismo, cambiando sólo los acentos, así: él liquidó su negocio, nos
referimos a un hombre que cerró su negocio.
Doble acentuación
Queremos nombrarte algunas palabras de nuestra lengua que tienen doble acentuación. En ellas, existen dos posibilidades al momento de pronunciarlas, hay dos vocales distintas en las que podemos cargar la voz.
Queremos nombrarte algunas palabras de nuestra lengua que tienen doble acentuación. En ellas, existen dos posibilidades al momento de pronunciarlas, hay dos vocales distintas en las que podemos cargar la voz.
Por eso, también habrá dos maneras diferentes de tildarlas. Algunas de
estas palabras son: cardiaco, etíope, gladiolo, hipocondriaco, periodo, y
zodiaco.
En todas estas palabras encontramos una secuencia vocálica que ya
conocemos: vocal abierta antes o después de vocal cerrada. La doble acentuación
se produce porque podemos cargar la voz sobre la vocal abierta, en cuyo caso la
palabra no lleva tilde, o podemos hacerlo sobre la vocal cerrada, y entonces la
palabra sí llevaría tilde, por la regla del acento dietético.
En este caso, habría que escribir cardíaco, etíope, gladíolo,
hipocondríaco, período, zodíaco.
Otra palabra que tiene doble acentuación es chofer, que puede
pronunciarse como aguda y entonces no lleva tilde, o como grave, caso en el que
sí debe llevar tilde al escribirla, así: chófer.
La Mayúsculas
Lo mayúsculo es algo enorme o mayor que lo corriente en su especie. El
término procede del vocablo latino maiuscŭlus, que es el diminutivo de mayor. Por ejemplo: “Lo
que ha dicho este hombre es una aberración mayúscula que no podemos permitir”, “Quien
enciende una fogata en medio del bosque y se marcha sin apagarla, está
demostrando una inconsciencia mayúscula que pone en riesgo la vida de miles de personas”, “La justicia siempre
llega, aunque a veces con una lentitud mayúscula”.
Una letra mayúscula, conocida
simplemente como mayúscula, es aquella que se
diferencia de la minúscula por tener mayor tamaño y, en
ocasiones, distinta forma. La utilización de la mayúscula está determinada por ciertas reglas ortográficas y de estilo.
Las mayúsculas se emplean al principio de una oracion, después de un punto y
como letra inicial en un nombre propio. Si queremos escribir el nombre de la
capital francesa, la forma correcta de hacerlo es “París” y
no “parís”. Lo mismo ocurre con los nombres de personas (“Carlos” y no “carlos”, “Marta” y
no “marta”, etc.).
Las letras mayúsculas también se utilizan
para nombrar atributos divinos (“Me encomendé al Señor”) y a las ciencias como materia
de estudio (“Mi hermano se graduó en
Arquitectura”).
Además de estas reglas básicas con respecto
al uso de las letras mayúsculas, tenemos que dejar constancia de estas otras
igualmente importantes y significativas:
• Se emplean para las siglas. Ejemplo de ello son NASA, FBI, SIDA…
• Se escribe con letra inicial mayúscula el nombre de determinadas zonas geográficas como pueden ser los nombres de estados, de comunidades autónomas, de regiones, de distritos o de barrios, por ejemplo.
• Hay que resaltar que también se escriben determinadas palabras por completo en mayúsculas en documentos judiciales y legislativos de cierta importancia. Se hace así porque se requiere resaltar de manera notable lo que es la acción que indican aquellas dentro de esos papeles. Un claro ejemplo de ello es encontrar en bandos, sentencias o edictos verbos en mayúscula como “EXPONE”.
• Aunque hay muchas dudas al respecto y controversia, las normas de la gramática indican que en el caso del castellano siempre se acentúan las letras mayúsculas siguiendo las mismas reglas que existen para las minúsculas. En este caso, hay que decir que sólo no llevan tilde las letras mayúsculas que funcionan como siglas.
• Los signos del Zodiaco, divinidades, marcas comerciales y dioses o nombres de épocas históricas también llevan en mayúscula su letra inicial.
https://www.youtube.com/watch?v=4yq5VuZcaO8
https://www.youtube.com/watch?v=O7YoG6Yx0nc
https://www.youtube.com/watch?v=mLTnUJ40mww
Uso del punto
• Se emplean para las siglas. Ejemplo de ello son NASA, FBI, SIDA…
• Se escribe con letra inicial mayúscula el nombre de determinadas zonas geográficas como pueden ser los nombres de estados, de comunidades autónomas, de regiones, de distritos o de barrios, por ejemplo.
• Hay que resaltar que también se escriben determinadas palabras por completo en mayúsculas en documentos judiciales y legislativos de cierta importancia. Se hace así porque se requiere resaltar de manera notable lo que es la acción que indican aquellas dentro de esos papeles. Un claro ejemplo de ello es encontrar en bandos, sentencias o edictos verbos en mayúscula como “EXPONE”.
• Aunque hay muchas dudas al respecto y controversia, las normas de la gramática indican que en el caso del castellano siempre se acentúan las letras mayúsculas siguiendo las mismas reglas que existen para las minúsculas. En este caso, hay que decir que sólo no llevan tilde las letras mayúsculas que funcionan como siglas.
• Los signos del Zodiaco, divinidades, marcas comerciales y dioses o nombres de épocas históricas también llevan en mayúscula su letra inicial.
https://www.youtube.com/watch?v=4yq5VuZcaO8
https://www.youtube.com/watch?v=O7YoG6Yx0nc
Las palabras compuestas son
aquellas que se crean por la unión de dos o más lexemas, es decir que están
formadas por dos o varias palabras simples.
También es posible que las palabras
compuestas se formen por la unión de dos morfemas.
Al unir dos o más palabras simples se
forman palabras compuestas, las cuales tienen un significado
distinto a la raíz de donde provienen.
En la acentuación de las palabras
compuestas se pierde el acento de la primera y sólo se acentúa la segunda según
su regla gramatical.
10 ejemplos de palabras compuestas:
1.
Aguafiestas
2.
Bienvenida
3.
Camposanto
4.
Fotomontaje
5.
Guardafangos
6.
Lavatrastos
7.
Malhumor No
9.
Parachoques
10.Sacapuntas
Las palabras compuestas son
aquellas que se crean por la unión de dos o más lexemas, es decir que están
formadas por dos o varias palabras simples.
También es posible que las palabras
compuestas se formen por la unión de dos morfemas.
Al unir dos o más palabras simples se
forman palabras compuestas, las cuales tienen un significado
distinto a la raíz de donde provienen.
En la acentuación de las palabras
compuestas se pierde el acento de la primera y sólo se acentúa la segunda según
su regla gramatical.
10 ejemplos de palabras compuestas:
1.
Aguafiestas
2.
Bienvenida
3.
Camposanto
4.
Fotomontaje
5.
Guardafangos
6.
Lavatrastos
7.
Malhumor
8.
Nochebuena
9.
Parachoques
10.Sacapuntas
Uso del punto
Hay tres clases
de punto: el punto y seguido,
el punto y aparte y el punto
final.
El punto (.) señala la pausa que se da al final de un enunciado. Después de punto –salvo en el caso del utilizado en las abreviaturas– siempre se escribe mayúscula.
Hay tres clases de punto: el punto y seguido, el punto y aparte y el punto final.
Orientación de uso
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Ejemplos
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a)El punto y seguido separa enunciados que integran un párrafo. Después de un punto y seguido se continúa escribiendo en la misma línea. Si el punto está al final del renglón, se empieza en el siguiente sin dejar margen.
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Salieron a dar un breve paseo. La mañana era espléndida.
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b)El punto y aparte separa dos párrafos distintos, que suelen desarrollar, dentro de la unidad del texto, contenidos diferentes. Después del punto y aparte se escribe en una línea distinta. La primera línea del nuevo párrafo debe tener un margen mayor que el resto de las líneas que lo componen, es decir, ha de quedar sangrada.
|
El mar estaba embravecido aquel día. Los barcos bailaban sobre el agua sorteando las olas con dificultad.
Miguel, sentado en el muelle, esperaba el regreso de su padre.
Atisbaba el horizonte buscando ansioso su barco con la mirada.
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c)El punto final es el que cierra un texto.
|
Este es el final del texto.
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El punto se utiliza también después de las abreviaturas. Hay también abundantes excepciones a esta regla. Así, los símbolos de los elementos químicos y de las unidades de medida se escribirán sin punto.
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Sra., Excmo., cf.
Au
Ag
km
|
https://www.youtube.com/watch?v=ACot6eAtGYQ
La coma
La coma
La coma
La coma es un signo
gráfico que representa una pausa más breve que la del punto, y se utiliza con
frecuencia en toda clase de textos.Las reglas para su uso son las siguientes:
Se utiliza la coma:
|
Dos puntos
Los dos puntos es un signo de puntuación que indica
que lo que sigue es consecuencia o conclusión de lo que antecede y que en el
habla es una pausa precedida de un descenso en el tono. Dicha pausa es mayor
que la de la coma y menor que
la del punto. Al contrario de lo que ocurre con el punto, los dos
puntos no indican que se
termina la enumeración del pensamiento completo. Estos detienen el discurso
para llamar la atención sobre lo que va a continuación, que siempre está en
estrecha relación con el texto precedente.
Los dos
puntos deben escribirse
pegados a la palabra o el signo que los antecede, y separados por un espacio en
blanco de la palabra o el signo que los sigue.
Signos de interrogación
El signo de interrogación es un signo de puntuación que indica que la oración que le sigue o precede es una pregunta. En las lenguas que usan el alfabeto latino este signo se escribe en forma abierta (¿) y cerrada (?) aunque en griego se usa punto y coma (;) para señalar la interrogación.
En este video se muestran todos los signos de puntuación.
Cuento
Autor: Lewis Carroll
Edades: A partir de 8 años
Valores: ingenio
Una tarde calurosa de verano estaba Alicia en el río junto a su hermana. Trataba de matar el aburrimiento como podía cuando de repente pasó por allí un conejo que llevaba puesto un chaleco.
- ¡Voy a llegar tarde! - decía el animal mirando su reloj
Alicia lo siguió hasta una madriguera, entró tras él y cayó por un largo pozo hasta que de repente apareció en una sala que tenía muchas puertas, y en el centro mesita de vidrio que contenía una llave dorada. Probó a abrir con ella todas las puertas hasta que encontró la que abría. Al otro lado había un jardín precioso pero la puerta era demasiado pequeña para ella. Miró hacia la mesa y vio una botellita con una etiqueta que decía: “bébeme”.
Bebió un poco que se hizo tan pequeña que pudo pasar por la puerta hasta el jardín. Pero entonces se dio cuenta de que se había dejado la llave encima de la mesa y ahora no llegaba hasta ella. Hasta que descubrió que debajo de la mesa había una cajita con un pastel en el la que ponía “Cómeme”. Alicia hizo caso y empezó a crecer y crecer hasta que llegó casi a los tres metros de altura y se golpeó con el techo de la habitación en la cabeza. Pero claro, ahora no podía volver al jardín y eso hizo que se pusiera a llorar.
Al cabo de un rato apareció por allí el conejo blanco con un par de guantes blancos en una mano y un gran abanico en la otra.
- ¡La duquesa se enfadará si la hago esperar! - decía
- ¡Señor conejo! Espere un momento por favor - gritó Alicia
Pero el conejo salió corriendo a toda velocidad. Tanto, que se le cayeron los guantes blancos y el abanico. Como hacía mucho calor en aquel lugar, Alicia cogió el abanico del conejo y comenzó a abanicarse con él. Como se dio cuenta de que volvía a hacerse pequeña otra vez, lo soltó rápidamente antes de que fuese demasiado tarde.
Intentó de nuevo coger la llave de la mesa, resbaló y de repente apareció metida en agua salada hasta la barbilla. Pero no era agua salada. ¡Era el estanque de lágrimas que había producido antes al echarse a llorar!
Pronto el estanque se llenó de toda clase de animales: un dodo, un ratón, pájaros, un pato… todos empezaron a nadar juntos y lograron llegar hasta la orilla del estanque. Como todos estaban muy mojados y querían secarse, el dodo propuso un divertido juego: todos correrían en círculo a su antojo y se detendrían en el momento en que quisieran. Alicia pensó que era un juego un poco extraño, pero como todos ganaron le pareció divertido.
Entonces pasó por allí de nuevo el conejo. Estaba muy nervioso y miraba a todos lados buscando algo.
- ¡Tengo que encontrarlos! Tengo que encontrarlos como sea o sino la duquesa…
Alicia, que oyó al conejo, supo enseguida que lo que andaba buscando eran sus guantes blancos y su abanico.
- ¡Mary Ann ve a casa ahora mismo y tráeme un par de guantes y un abanico!
Alicia pensó que le estaba confundiendo con su doncella, pero como quería ayudarle le obedeció.
En la casa encontró una mesa sobre la que había un abanico y dos o tres pares de diminutos guantes blancos. Al lado una botellita de cristal sin etiqueta alguna. Decidió probarla y de repente, creció tanto que quedó encajada dentro de la casa y ya no pudo salir.
El conejo y otros animales trataron de sacarla y hasta pensaron en quemar la casa y finalmente sucedió que cayó una granizada de piedrecillas. Por supuesto, no eran piedras comunes y Alicia se dio cuenta de que se convertían en pastas de té cuando caían al suelo. Comió una y…. ¿qué creéis que pasó? Que Alicia volvió a hacerse pequeña y salió corriendo de la casa.
Se adentró por el bosque y decidió que primero debía hacer era recuperar su tamaño, y lo segundo, regresar al precioso jardín.
Al cabo de un rato se encontró con una oruga que desde lo alto de una seta, fumaba en un narguile.
- ¿Quién eres? - preguntó la oruga
- Creo que ya no lo sé. He cambiado tantas veces de tamaño que me siento un poco confundida - dijo Alicia
¿De qué tamaño quieres ser?
- Me gustaría ser un poco más grande...
- Un lado de te hará más grande y el otro más pequeña - contestó la oruga mientras se bajaba de la seta y se alejaba entre la hierba
Alicia permaneció unos instantes tratando de entender lo que había dicho la oruga hasta que por fin lo consiguió. Arrancó un pedazo del lado derecho de la seta y lo mordió. Se hizo tan pequeña que su barbilla se golpeaba con los pies, así que mordió un trozo del lado izquierdo de la seta. Pero su cuello empezó a crecer tanto que sus manos no le llegaban a la cabeza y un pájaro la confundió con una serpiente. Volvió a comer de uno y otro lado hasta consiguió recuperar su tamaño habitual.
Llegó a un claro en el bosque en el que había una casa de un metro de altura. Comió otro pedazo de la seta para hacerse más pequeña y entró dentro. En la cocina de la casa había una cocinera que estaba preparando una sopa que olía muchísimo a pimienta, junto a ella había un gato que no paraba de sonreír y en el centro estaba la duquesa sentada en un taburete arrullando a un bebé. Sin duda, era un lugar muy curioso.
- Disculpe, ¿podría decirme por qué el gato sonríe de oreja a oreja? - preguntó Alicia
- Porque es un gato de Cheshire - dijo la duquesa - Por cierto, tengo que irme a jugar al croquet con la reina. Toma, puedes arrullarlo tú si quieres - dijo la duquesa lanzándole el bebé a Alicia.
Alicia se adentró de nuevo en el bosque con el bebé, que por otro lado, no se parecía en nada a un niño. Cuando lo apoyó en el suelo éste se convirtió en cerdo y se marchó trotando felizmente.
Alicia empezaba a estar realmente perdida cuando se encontró con el gato de Cheshire.
- Gatito de Cheshire, ¿podrías decirme qué dirección debo tomar?
- Depende de dónde quieras ir… Si continúas por allí te encontrarás con el Sombrerero y si lo haces por allí con la Liebre de marzo. Pero no importa, porque los dos están igual de locos.
Alicia decidió visitar a la Liebre de marzo, ya que ya había conocido antes a otros sombrereros.
En el jardín de la casa de la Liebre estaban ella y el Sombrerero tomando el té. Alicia decidió sentarse junto a ellos, aunque parece que eso no les gustó demasiado.
- ¿En qué se parece un cuervo a un escritorio? - preguntó el Sombrerero a Alicia abriendo mucho los ojos
Tras unos instantes pensando, Alicia acabó contestando:
- Me rindo, no lo sé
- Yo tampoco. No tengo la más remota idea - dijo el Sombrerero - Por cierto, son las seis. Aquí son siempre las seis. Así que es la hora del té.
Alicia no entendía muy bien las cosas de las que hablaban la Liebre y el Sombrerero así que decidió marcharse.
Volvió a adentrarse en el bosque cuando se encontró con un árbol con una puerta. Entró y volvió a lla sala con la mesa de cristal. Pero esta vez Alicia lo consiguió: cogió la llave dorada y abrió la puerta que daba al jardín, mordió un trozo de seta hasta que midió unos 30 centímetros de altura y se adentró por el pasillo hasta llegar al hermoso jardín.
En ese momento, sonó un gran ruido y comenzaron a llegar soldados, cortesanos e infantes, todos ellos vestidos como la baraja de cartas. Al final de todo este séquito apareció el conejo blanco y el Rey y la Reina de corazones.
- ¿Quién es esta? - preguntó la Reina señalando a Alicia
- Soy Alicia, su majestad.
- ¿Sabéis jugar al croquet?
- Sí - contestó Alicia
- ¡Entonces, ven!
La pequeña no había visto nunca jugar al croquet de esa manera. El campo estaba lleno de agujeros; las bolas eran erizos; los mazos, flamencos; y los soldados permanecían doblados formando los aros. Además todos jugaban a la vez discutiendo todo el rato y cada vez que la Reina se enfadaba gritaba “¡Que le corten la cabeza!”
Cuando ya no quedaron jugadores, porque todos habían sido condenados a muerte por la reina, se acabó la partida de croquet.
Alicia continuó sus aventuras en el País de las Maravillas, conoció a la Falsa Tortuga y también al Grifo, un animal fantástico mitad águila, mitad león.
Hasta que un día el país entero se paralizó porque empezó el juicio.
El conejo blanco hizo sonar tres veces la trompeta y expuso en voz alta:
- La Reina de Corazones preparó unas tartaletas en un día de verano y la Jota de Corazones le robó las tartaletas y se las llevó a otro lado.
Se armó un gran revuelo en la sala y empezaron a declarar los testigos. El primero en hacerlo fue el Sombrerero, tras él lo hizo la cocinera de la Duquesa y cuál fue la sorpresa de la pequeña Alicia cuando escuchó su nombre como próximo testigo que debía declarar. Al levantarse había crecido tanto que volcó un banco de la sala, y con él, todos los animales que estaban en él sentados.
La muchacha dijo no saber nada del asunto de las tartaletas. El juicio continuó y cuando el acusado de robar las tartaletas, la Jota, estaba a punto de ser condenado Alicia intervino en su ayuda.
- ¡¡Que le corten la cabeza!! - gritó la Reina con todas sus fuerzas señalando a Alicia
Entonces toda la baraja se elevó por el aire y cayó sobre Alicia asustándola.
- ¡Alicia, despierta! Llevas durmiendo un buen rato - dijo su hermana
- ¿Eh? Ah sí… Si supieras todas las cosas que he soñado…
Y la pequeña comenzó a contar a su hermana tal y como las recordaba todas aquellas extrañas historias que había vivido en el País de las maravillas.
Al cabo de un rato Alicia se levantó y salió corriendo y su hermana se quedó dormida pensando en la pequeña Alicia y en sus aventuras hasta que ella también empezó a soñar. En su sueño vio al Conejo Blanco, al Ratón cruzando el estanque, a la Liebre de marzo tomando el té, y la Reina de Corazones condenando a muerte a sus invitados...
Tras esto pensó en su hermana. En cómo en un tiempo se haría mayor pero pese a eso seguro que contaría historias maravillosas a otros niños recordando con ellas sus felices días de infancia.
- ¡Voy a llegar tarde! - decía el animal mirando su reloj
Alicia lo siguió hasta una madriguera, entró tras él y cayó por un largo pozo hasta que de repente apareció en una sala que tenía muchas puertas, y en el centro mesita de vidrio que contenía una llave dorada. Probó a abrir con ella todas las puertas hasta que encontró la que abría. Al otro lado había un jardín precioso pero la puerta era demasiado pequeña para ella. Miró hacia la mesa y vio una botellita con una etiqueta que decía: “bébeme”.
Bebió un poco que se hizo tan pequeña que pudo pasar por la puerta hasta el jardín. Pero entonces se dio cuenta de que se había dejado la llave encima de la mesa y ahora no llegaba hasta ella. Hasta que descubrió que debajo de la mesa había una cajita con un pastel en el la que ponía “Cómeme”. Alicia hizo caso y empezó a crecer y crecer hasta que llegó casi a los tres metros de altura y se golpeó con el techo de la habitación en la cabeza. Pero claro, ahora no podía volver al jardín y eso hizo que se pusiera a llorar.
Al cabo de un rato apareció por allí el conejo blanco con un par de guantes blancos en una mano y un gran abanico en la otra.
- ¡La duquesa se enfadará si la hago esperar! - decía
- ¡Señor conejo! Espere un momento por favor - gritó Alicia
Pero el conejo salió corriendo a toda velocidad. Tanto, que se le cayeron los guantes blancos y el abanico. Como hacía mucho calor en aquel lugar, Alicia cogió el abanico del conejo y comenzó a abanicarse con él. Como se dio cuenta de que volvía a hacerse pequeña otra vez, lo soltó rápidamente antes de que fuese demasiado tarde.
Intentó de nuevo coger la llave de la mesa, resbaló y de repente apareció metida en agua salada hasta la barbilla. Pero no era agua salada. ¡Era el estanque de lágrimas que había producido antes al echarse a llorar!
Pronto el estanque se llenó de toda clase de animales: un dodo, un ratón, pájaros, un pato… todos empezaron a nadar juntos y lograron llegar hasta la orilla del estanque. Como todos estaban muy mojados y querían secarse, el dodo propuso un divertido juego: todos correrían en círculo a su antojo y se detendrían en el momento en que quisieran. Alicia pensó que era un juego un poco extraño, pero como todos ganaron le pareció divertido.
Entonces pasó por allí de nuevo el conejo. Estaba muy nervioso y miraba a todos lados buscando algo.
- ¡Tengo que encontrarlos! Tengo que encontrarlos como sea o sino la duquesa…
Alicia, que oyó al conejo, supo enseguida que lo que andaba buscando eran sus guantes blancos y su abanico.
- ¡Mary Ann ve a casa ahora mismo y tráeme un par de guantes y un abanico!
Alicia pensó que le estaba confundiendo con su doncella, pero como quería ayudarle le obedeció.
En la casa encontró una mesa sobre la que había un abanico y dos o tres pares de diminutos guantes blancos. Al lado una botellita de cristal sin etiqueta alguna. Decidió probarla y de repente, creció tanto que quedó encajada dentro de la casa y ya no pudo salir.
El conejo y otros animales trataron de sacarla y hasta pensaron en quemar la casa y finalmente sucedió que cayó una granizada de piedrecillas. Por supuesto, no eran piedras comunes y Alicia se dio cuenta de que se convertían en pastas de té cuando caían al suelo. Comió una y…. ¿qué creéis que pasó? Que Alicia volvió a hacerse pequeña y salió corriendo de la casa.
Se adentró por el bosque y decidió que primero debía hacer era recuperar su tamaño, y lo segundo, regresar al precioso jardín.
Al cabo de un rato se encontró con una oruga que desde lo alto de una seta, fumaba en un narguile.
- ¿Quién eres? - preguntó la oruga
- Creo que ya no lo sé. He cambiado tantas veces de tamaño que me siento un poco confundida - dijo Alicia
¿De qué tamaño quieres ser?
- Me gustaría ser un poco más grande...
- Un lado de te hará más grande y el otro más pequeña - contestó la oruga mientras se bajaba de la seta y se alejaba entre la hierba
Alicia permaneció unos instantes tratando de entender lo que había dicho la oruga hasta que por fin lo consiguió. Arrancó un pedazo del lado derecho de la seta y lo mordió. Se hizo tan pequeña que su barbilla se golpeaba con los pies, así que mordió un trozo del lado izquierdo de la seta. Pero su cuello empezó a crecer tanto que sus manos no le llegaban a la cabeza y un pájaro la confundió con una serpiente. Volvió a comer de uno y otro lado hasta consiguió recuperar su tamaño habitual.
Llegó a un claro en el bosque en el que había una casa de un metro de altura. Comió otro pedazo de la seta para hacerse más pequeña y entró dentro. En la cocina de la casa había una cocinera que estaba preparando una sopa que olía muchísimo a pimienta, junto a ella había un gato que no paraba de sonreír y en el centro estaba la duquesa sentada en un taburete arrullando a un bebé. Sin duda, era un lugar muy curioso.
- Disculpe, ¿podría decirme por qué el gato sonríe de oreja a oreja? - preguntó Alicia
- Porque es un gato de Cheshire - dijo la duquesa - Por cierto, tengo que irme a jugar al croquet con la reina. Toma, puedes arrullarlo tú si quieres - dijo la duquesa lanzándole el bebé a Alicia.
Alicia se adentró de nuevo en el bosque con el bebé, que por otro lado, no se parecía en nada a un niño. Cuando lo apoyó en el suelo éste se convirtió en cerdo y se marchó trotando felizmente.
Alicia empezaba a estar realmente perdida cuando se encontró con el gato de Cheshire.
- Gatito de Cheshire, ¿podrías decirme qué dirección debo tomar?
- Depende de dónde quieras ir… Si continúas por allí te encontrarás con el Sombrerero y si lo haces por allí con la Liebre de marzo. Pero no importa, porque los dos están igual de locos.
Alicia decidió visitar a la Liebre de marzo, ya que ya había conocido antes a otros sombrereros.
En el jardín de la casa de la Liebre estaban ella y el Sombrerero tomando el té. Alicia decidió sentarse junto a ellos, aunque parece que eso no les gustó demasiado.
- ¿En qué se parece un cuervo a un escritorio? - preguntó el Sombrerero a Alicia abriendo mucho los ojos
Tras unos instantes pensando, Alicia acabó contestando:
- Me rindo, no lo sé
- Yo tampoco. No tengo la más remota idea - dijo el Sombrerero - Por cierto, son las seis. Aquí son siempre las seis. Así que es la hora del té.
Alicia no entendía muy bien las cosas de las que hablaban la Liebre y el Sombrerero así que decidió marcharse.
Volvió a adentrarse en el bosque cuando se encontró con un árbol con una puerta. Entró y volvió a lla sala con la mesa de cristal. Pero esta vez Alicia lo consiguió: cogió la llave dorada y abrió la puerta que daba al jardín, mordió un trozo de seta hasta que midió unos 30 centímetros de altura y se adentró por el pasillo hasta llegar al hermoso jardín.
En ese momento, sonó un gran ruido y comenzaron a llegar soldados, cortesanos e infantes, todos ellos vestidos como la baraja de cartas. Al final de todo este séquito apareció el conejo blanco y el Rey y la Reina de corazones.
- ¿Quién es esta? - preguntó la Reina señalando a Alicia
- Soy Alicia, su majestad.
- ¿Sabéis jugar al croquet?
- Sí - contestó Alicia
- ¡Entonces, ven!
La pequeña no había visto nunca jugar al croquet de esa manera. El campo estaba lleno de agujeros; las bolas eran erizos; los mazos, flamencos; y los soldados permanecían doblados formando los aros. Además todos jugaban a la vez discutiendo todo el rato y cada vez que la Reina se enfadaba gritaba “¡Que le corten la cabeza!”
Cuando ya no quedaron jugadores, porque todos habían sido condenados a muerte por la reina, se acabó la partida de croquet.
Alicia continuó sus aventuras en el País de las Maravillas, conoció a la Falsa Tortuga y también al Grifo, un animal fantástico mitad águila, mitad león.
Hasta que un día el país entero se paralizó porque empezó el juicio.
El conejo blanco hizo sonar tres veces la trompeta y expuso en voz alta:
- La Reina de Corazones preparó unas tartaletas en un día de verano y la Jota de Corazones le robó las tartaletas y se las llevó a otro lado.
Se armó un gran revuelo en la sala y empezaron a declarar los testigos. El primero en hacerlo fue el Sombrerero, tras él lo hizo la cocinera de la Duquesa y cuál fue la sorpresa de la pequeña Alicia cuando escuchó su nombre como próximo testigo que debía declarar. Al levantarse había crecido tanto que volcó un banco de la sala, y con él, todos los animales que estaban en él sentados.
La muchacha dijo no saber nada del asunto de las tartaletas. El juicio continuó y cuando el acusado de robar las tartaletas, la Jota, estaba a punto de ser condenado Alicia intervino en su ayuda.
- ¡¡Que le corten la cabeza!! - gritó la Reina con todas sus fuerzas señalando a Alicia
Entonces toda la baraja se elevó por el aire y cayó sobre Alicia asustándola.
- ¡Alicia, despierta! Llevas durmiendo un buen rato - dijo su hermana
- ¿Eh? Ah sí… Si supieras todas las cosas que he soñado…
Y la pequeña comenzó a contar a su hermana tal y como las recordaba todas aquellas extrañas historias que había vivido en el País de las maravillas.
Al cabo de un rato Alicia se levantó y salió corriendo y su hermana se quedó dormida pensando en la pequeña Alicia y en sus aventuras hasta que ella también empezó a soñar. En su sueño vio al Conejo Blanco, al Ratón cruzando el estanque, a la Liebre de marzo tomando el té, y la Reina de Corazones condenando a muerte a sus invitados...
Tras esto pensó en su hermana. En cómo en un tiempo se haría mayor pero pese a eso seguro que contaría historias maravillosas a otros niños recordando con ellas sus felices días de infancia.
Video de con ejemplos de como analizar un cuento.
Cuentos Breves para reflexionar
Lo que sigue es una modesta selección
que reúne una fracción insignificante de once cuentos alegóricos, extraídos de
la metodología didáctica típica de la filosofía Oriental y de las artes
marciales.
Las historias 1, 2, 3 y 7, son típicas
de la tradición Zen.
Los cuentos 9 y 10, son típicos de la
tradición taoísta.
Los relatos 4, 5 y 6 me fueron contados
por mi maestro Shin Dae Woung.
El relato nº 11 fue contado por el
maestro budista ch'an, Shin Ting.
El relato nº 8 me fue contado por mi
padre.